El establecimiento del intervalo postmortal sigue siendo una cuestión compleja y difícil, pero que debe intentarse resolver siempre, tomándose el máximo posible de datos y despreciando aquellos que no encajen de modo coherente en el conjunto. Cuanto más alejado se esté del fenómeno de la muerte, tanto mayor será el error, de ahí que sea necesario ser más exhaustivos posible durante el levantamiento del cadáver, en el que preceptivamente deben tomarse los siguientes datos:
- Temperatura rectal o del oído del cadáver
- Temperatura ambiente del momento de levantamiento y del período anterior
- Peso de cadáver
- Si estaba vestido o desnudo
- Hacer una toma de humor vítreo de ambos ojos para deteminar el potasio
Con estos datos se construye un reloj post mortem, tal como propone Fatteh, al que deben añadirse los resultados de la determinación del potasio en humor vítreo.

En Gisbert Calabuig (2004), p. 251